Una vieja joya de pizarra
Patones es un pueblo situado en el NE de la provincia de Madrid, casi en el límite con la provincia de Guadalajara. Como muchos pueblos españoles se encuentra dividido en dos poblaciones que no quieren desvincularse de su origen común, Patones de Abajo más moderno y más comunicado y Patones de Arriba camuflado en las pizarras negras del ordovícico de la "Sierra Pobre de Madrid".
Escondido detrás de las cuestas calizas cretácicas que separan el limite macizo cristalino y los depósitos terciarios de la cuenca de Madrid, desde el embalse de Santillana hasta el límite oriental de la comunidad de Madrid, queda confundido con el austero paisaje que dejan las modeladas pizarras negras y las calizas; encerrado en un pequeño valles entre ambos episodios geológicos.
La diferencia de materiales rocosos, ácidas las pizarras y básicas las calizas, establece un limite palpables en el territorio, no marcado por las rocas sino por su reflejo en las diferentes vegetaciones que rodean este enclave.
Su historia es singular, no existente para las tropas francesas, cuenta la leyenda ... mejor mirarla en la dirección http://es.wikipedia.org/wiki/Rey_de_los_Patones, donde alguien más ducho que yo ya la ha escrito. Esta historia se puede también leer en la cerámica que cubre el frontal de la "Taberna del Rey", restaurante de la población.
Una ruta que no lleva más de una mañana el realizar, parte de Patones de Abajo, desde el aparcamiento situado en el comienzo de la carretera que asciende hacia Patones de Arriba y donde tiene su salida el Arroyo de Patones del fuerte encajamiento en los estratos calizos. Una senda marcada y delimitada asciende por un intrincado barranco en el que son apreciables entre otras cosas los materiales cretácicos, los desprendimientos de roca, los circuitos kársticos y un sinfín de plantas y aves. Aquí hay que tener cuidado para los viandantes y zapatilleros, ya que es una ruta de esas que los que van montados sobre dos ruedas destinan a bajar como si de una autopista del riesgo se tratase la senda, a altas velocidades y en muchos casos sin control.
Una vez llegado a la entraba del pueblo merece la pena a los naturalistas bajar hacia el arroyo donde se aprecia el contacto entre los materiales cretácicos que venimos siguiendo en el ascenso y las pizarras; en esta zona de unión son abundantes las fuentes y surgencias de agua.
El pueblo tiene la típica construcción de los pueblos de la Sierra Pobre de Madrid, conjunto de municipios situado al noroeste de la provincia. Casas bajas con ventanas y puertas estrechas, calles empedradas y empinadas, por las cuales podemos seguir ascendiendo hasta salir del pueblo, en dirección a las eras.
Si nos retiramos un poco de la población podemos observar como las bodegas se encuentran escarbadas en materiales margosos pertenecientes al cretácico, muy distintos de as pizarras que conforman el camino por el que hemos llegado; estos materiales margosos junto con unas arenas con cantos redondeados, son la base de los materiales cretácicos y de los frentes de las cuesta calizas que ocultan el pueblo de la vega del río Jarama.
El descenso si vamos andando lo podemos hacer bajando la ladera de una de las cuestas, que nos brinda una espectaculares vistas de la vega del Jarama y otras poblaciones con el mismo Patones de Abajo o Uceda. Seguimos la carretera como si descendiéramos hacia Patones de Abajo, pasamos el punte de piedra y después de un repecho y una curva a la derecha, nos internamos campo a través , veremos un pequeño mirador desde el cual podemos contemplar una excelente vista panorámica del valle.
Si tenemos tiempos nos podemos acercar a la cerrada del Pontón de la Oliva y visitar las cárcavas desarrolladas sobre los materiales terrígenos del Plioceno.
Patones de Arriba |
La diferencia de materiales rocosos, ácidas las pizarras y básicas las calizas, establece un limite palpables en el territorio, no marcado por las rocas sino por su reflejo en las diferentes vegetaciones que rodean este enclave.
Su historia es singular, no existente para las tropas francesas, cuenta la leyenda ... mejor mirarla en la dirección http://es.wikipedia.org/wiki/Rey_de_los_Patones, donde alguien más ducho que yo ya la ha escrito. Esta historia se puede también leer en la cerámica que cubre el frontal de la "Taberna del Rey", restaurante de la población.
Una ruta que no lleva más de una mañana el realizar, parte de Patones de Abajo, desde el aparcamiento situado en el comienzo de la carretera que asciende hacia Patones de Arriba y donde tiene su salida el Arroyo de Patones del fuerte encajamiento en los estratos calizos. Una senda marcada y delimitada asciende por un intrincado barranco en el que son apreciables entre otras cosas los materiales cretácicos, los desprendimientos de roca, los circuitos kársticos y un sinfín de plantas y aves. Aquí hay que tener cuidado para los viandantes y zapatilleros, ya que es una ruta de esas que los que van montados sobre dos ruedas destinan a bajar como si de una autopista del riesgo se tratase la senda, a altas velocidades y en muchos casos sin control.
Aparcamiento de Patones de Abajo y comienzo de la ruta hacia Patones de Arriba |
Una vez llegado a la entraba del pueblo merece la pena a los naturalistas bajar hacia el arroyo donde se aprecia el contacto entre los materiales cretácicos que venimos siguiendo en el ascenso y las pizarras; en esta zona de unión son abundantes las fuentes y surgencias de agua.
El pueblo tiene la típica construcción de los pueblos de la Sierra Pobre de Madrid, conjunto de municipios situado al noroeste de la provincia. Casas bajas con ventanas y puertas estrechas, calles empedradas y empinadas, por las cuales podemos seguir ascendiendo hasta salir del pueblo, en dirección a las eras.
Si nos retiramos un poco de la población podemos observar como las bodegas se encuentran escarbadas en materiales margosos pertenecientes al cretácico, muy distintos de as pizarras que conforman el camino por el que hemos llegado; estos materiales margosos junto con unas arenas con cantos redondeados, son la base de los materiales cretácicos y de los frentes de las cuesta calizas que ocultan el pueblo de la vega del río Jarama.
El descenso si vamos andando lo podemos hacer bajando la ladera de una de las cuestas, que nos brinda una espectaculares vistas de la vega del Jarama y otras poblaciones con el mismo Patones de Abajo o Uceda. Seguimos la carretera como si descendiéramos hacia Patones de Abajo, pasamos el punte de piedra y después de un repecho y una curva a la derecha, nos internamos campo a través , veremos un pequeño mirador desde el cual podemos contemplar una excelente vista panorámica del valle.
Vista desde el mirador de Patones de Arriba. |
Si tenemos tiempos nos podemos acercar a la cerrada del Pontón de la Oliva y visitar las cárcavas desarrolladas sobre los materiales terrígenos del Plioceno.